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Establecer una posición firme en el mercado iraní

El 16 de enero de 2016, el levantamiento histórico de las sanciones comerciales anunció el regreso de Irán al escenario económico. El país había cumplido con sus obligaciones según el acuerdo nuclear del 14 de julio de 2015, luego de 12 años de negociaciones y, finalmente, tenía más libertad para comerciar a nivel internacional. 

Desde entonces, la inversión extranjera en este país rico en petróleo se ha parecido más a una gotera que a una inundación. Sin embargo, algunos acuerdos importantes celebrados en las últimas semanas y meses indican que las multinacionales tienen cada vez más confianza para establecer una posición firme en el que sigue siendo uno de los mercados más riesgosos, aunque más prometedores, del mundo. 

Acuerdos y dificultades

En julio, Total, el gigante petrolero francés, acordó invertir más de 1000 millones de dólares en el desarrollo del mayor campo petrolero del país (una gran inversión si se toma en cuenta que los precios están al alza). Los iraníes, acostumbrados a conducir automóviles toscos de fabricación local, tendrán nuevamente la oportunidad de sentarse tras el volante de un Peugeot nuevo, luego del reciente compromiso del fabricante de producir 200 000 coches nuevos en Irán.

El sector del transporte también se beneficiará del levantamiento de las sanciones a la aviación civil. El ministro de transporte iraní declaró que el país necesitará sustituir al menos 400 aviones comerciales en la próxima década, por lo que Boeing Co (BA), el fabricante de aviones estadounidense, deberá experimentar un aumento de ingresos.

De hecho, Irán todavía no es lugar para inversionistas tímidos. Persiste la corrupción (Transparency International coloca a Irán en el puesto 131 de 175 países del índice de percepción de la corrupción, un lugar que comparte con Nepal, Rusia y Ucrania), por lo que algunas empresas occidentales importantes mantienen una distancia prudente. Por ejemplo, Apple confirmó la semana pasada que había quitado aplicaciones iraníes populares del App Store, a fin de cumplir con las sanciones comerciales vigentes impuestas por Estados Unidos, lo que significó un revés para el florecimiento de empresas recientes en Irán. 

Un futuro prometedor

Google todavía ofrece aplicaciones Android gratuitas en el Play Store en Irán, mientras que otros gobiernos occidentales están adoptando un enfoque más abierto que el estadounidense. El Reino Unido, tras nombrar a un nuevo embajador en Teherán el año pasado, Nicholas Hopton, ofrece cobertura financiera a ciertas empresas que quieren hacer negocios allí. El Departamento de Comercio del país fomenta de manera oportunidades comerciales en los sectores energético, infraestructura, atención médica, venta minorista, aeropuertos y aviación, minero e hídrico.

Además, China e India siguen brindando su apoyo a través de la finalización el año pasado de la línea ferroviaria de la "ruta de la seda" que va de China a Irán. El tren, que parte de la provincia oriental china de Zhejiang, viaja a través de Kazajistán y Turkmenistán. Con la introducción de la línea, tanto China como Irán han acordado aumentar el comercio a 600 000 millones de dólares en la próxima década.

La consecuente llegada de grupos de servicios profesionales, como la empresa inglesa de derecho internacional CMS el año pasado, está llevando al límite al reciente sector inmobiliario comercial del país. A fin de satisfacer las crecientes necesidades de los clientes y aprovechar al máximo el mercado emergente de Irán, Regus ahora cuenta con espacios de oficina en Teherán.

Tiempo de invertir

Es fundamental que existan indicios de que las instituciones financieras están otorgando líneas de crédito, lo que sirve de trampolín para las empresas que hace tiempo están emocionadas con el potencial de Irán, pero que se han visto limitadas por falta de apoyo financiero.

Su entusiasmo se apoya en una base firme. Irán tiene la bendición de contar con una población lista para trabajar: casi dos tercios de sus 80 millones de residentes tienen menos de 35 años. Además, su educación es tan elevada que Crown Center for Middle Eastern Studies afirma que el país enfrenta una "crisis de sobreeducación", donde demasiadas personas inteligentes compiten por muy pocos puestos de trabajo locales. El año pasado, la economía creció un 6.5 %, y el FMI proyecta un crecimiento del 3.3 %, 4.3 % y 4.4 % en 2017, 2018 y 2022, respectivamente.

Un número cada vez mayor de pioneros corporativos cree que Irán tiene mucho que ofrecer —un mercado emergente de tamaño considerable, una población de 78 millones y un PIB de 400 000 millones de dólares— y están preparados para asumir los riesgos con calma.